Reseña: Celeste 'Assassine(s)'

Reseña: Celeste 'Assassine(s)'

Conozco a este cuarteto de Lyon desde hará ya unos 10 años, cuando escuché “Misanthrope(s)” y, siendo honesto, nunca les he prestado la atención adecuada, teniendo como tienen, todos los elementos para que sean de mis bandas favoritas. Tal vez por falta de tiempo para abarcar todo lo que el underground nos puede ofrecer, o por otros motivos que no podría explicar, me he perdido mucho del black metal francés menos ortodoxo que, para mí, es el más interesante. Y es que en el país galo, muchas bandas han sabido mezclar el black con otros géneros de manera magistral, teniendo como banda más conocida a Alcest con sus toques post-rock y shoegaze, a los “lovecraftianos” The Great Old Ones con sus elementos post-black, a los más violentos y extremos Plebeian Grandstand o el caso que nos ocupa: Celeste con sus elementos hardcore y sludge. Aunque con Celeste, las etiquetas son los de menos, ya que para mí es una banda más acorde a adjetivos que poco a poco iremos desgranando.

Para empezar, es imposible hablar de ellos sin hablar de su apartado visual. Y no, ahora no me estoy refiriendo a sus directos, aunque por supuesto son dignos de mención; sino al artwork de sus portadas y estética de sus videoclips. La elegancia y sobriedad de cada una de las carátulas de sus discos, todas en una misma línea, da coherencia y empaque al producto final y a toda la carrera de la banda, y “Assassine(s)”, que fue lanzado el pasado 28 de enero ni más ni menos que por la todopoderosa Nuclear Blast, no iba a ser menos. La preciosa y evocadora fotografía en blanco y negro de la cubierta, ya nos deja entrever que el sendero por el que nos van a llevar va a ser bonito, pero también muy tortuoso.

“Des torrents de coups” abre el álbum de la mejor manera posible para conquistarme: con un ritmo y una atmósfera contenida, prácticamente doom, pero tocado de manera inteligente, para resultar siempre interesante. Sonando melancólica, su (casi) final contiene una melodía blacker que empieza allá por el minuto 3:15, que es maravillosa. Este tema fue su primer sencillo, presentado con un elegante videoclip a finales del año pasado y no quedará ahí la cosa con el tema audiovisual, ya que los galos han extraído hasta 4 sencillos presentados con sus respectivos vídeos.

El segundo corte -y también videoclip- es “De tes yeux bleus perles”, un tema que sorprende con su inicio un tanto metalcore (¡entendamos esto como algo positivo!), y es que su ritmo entrecortado puede recordar incluso a unos Gojira oscuros, pero siempre teniendo en cuenta que Celeste tienen una personalidad muy marcada. El final de esta canción es jodidamente aplastante, dan ganas de romperse el cuello haciendo headbang mientras suena. Y de aquí, saltamos al último tema de “Assassine(s)”, pero que en realidad fue su tercer sencillo y quizá el mejor vídeo de todos y uno de los puntos fuertes -para mí- de todo el disco. “Le coeur noir charbon” o en castellano: El corazón negro carbón. Este tercer single es quizá la canción más blacker de todas y vuelvo a mencionar a Gojira, ya que me recuerda a ellos, pero solo si estos hubieran fusionado su estilo con el black metal. Siendo como es la canción más larga de todo el trabajo, va evolucionando, y tenemos un etéreo in crescendo que desemboca en una parte melódica donde Antoine Royer demuestra su creatividad en la batería, desplegando distintos ritmos que nos conducen a un final con la voz melódica de la invitada Emily Marks. Royer destaca con su trabajo en los parches, que aunque se base en medios tiempos constantes, va variando de manera siempre interesante, para hacerlos atractivos y estimulantes. Además la producción de Chris Edrich ayuda muchísimo a que el sonido general del álbum sea tremendamente contunde y nítido, beneficiando en gran medida el sonido final de la percusión. Por cierto, de todos los videoclips, el de “Le coeur noir charbon” es quizá el más llamativo, pero también el más incómodo de ver, por su temática. Echadle un ojo y nos contáis qué opináis.

“Nonchalantes de beauté” sería el tercer corte, un medio tiempo black, típico de la banda, donde la música nos atraviesa como una procesión camino de la muerte. Evoca una frustración y tristeza extrañamente bella, en buena parte gracias a las guitarras de Guillaume Rieth y Sébastion Ducotte, que crean con las seis cuerdas unas armonías que dan un ambiente casi orquestal. Y seguido y casi sin dejarnos respirar, nos llega el tema más amenazante y menos melancólico del redondo, “Draguée tout au fond”, el único tema que contiene algún blast beat y en el que destaca de nuevo la labor de Royer a las baquetas.

(A) es el oxígeno que necesitamos para continuar con la escucha. Estratégicamente ubicado y ambiental en su inicio, es la única canción instrumental de todo el trabajo, donde Johan Girardeau descansa sus cuerdas vocales, pero a cambio golpea inmisericorde las de su bajo, que suena tremendo. Toda el tema evoca un viaje hacia otro universo u otra dimensión y además contiene uno de los dobles bombos más bestias que vamos a escuchar a lo largo de todo el disco. Y si en (A), Girardeau descansaba su garganta, en “Il a tant rêvé d'elles” diría que acaba escupiendo sangre. Es increíble la rabia que transmite con su voz y como toda la canción es una travesía que fluye de manera asombrosa hacia el dolor y la melancolía, que casi te lleva a las lágrimas de frustración y desesperación. Para finalizar dejo, probablemente, mi canción favorita de todo el trabajo. Con un inicio monolítico, cercano al post metal y una melodía black épica, “Elle se répète froidement” es el cuarto videoclip, en el que podemos comprobar la curiosa puesta en escena de Celeste en sus directos, bolo que estoy deseando ver y, por suerte, vamos a poder disfrutar, ya que su gira sigue adelante.

En definitiva, “Assassine(s)” destaca por la muralla de sonido que crean sus guitarras, por una producción potente, pero con un sonido crudo, eso sí, alejado del raw black metal. Porque por mucho que tengan en común en cuanto a agresividad y temas nihilistas, Celeste son una banda que no pretende demostrar frialdad como los noruegos a principios de los 90; Celeste son muy humanos; transmiten rabia y belleza a partes iguales, vaciándose en cada corte y escupiendo toda la desesperación, el dolor y la melancolía que tanto nos lastima; evocando frustración, siendo abrasivos y desoladores, pero sobre todo siendo solemnes y elegantes a la hora de hacerlo y, eso, pocas bandas pueden hacerlo. Así que estamos ansiosos por sumirnos en sus rojizas tinieblas y que nos apabullen en sus próximos directos.

Celeste nos visitarán en marzo de 2022.

Viernes 4 de marzo 2022
Sala Bóveda (Barcelona)
Anticipada: 22€ / Taquilla: 27€
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Sábado 5 de marzo 2022
Sala Independance Club (Madrid)
Anticipada: 22€ / Taquilla: 27€
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 Aquí puedes ver más información.

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